Fingir
Deja de fingir que eres luz…
Y entonces, apareces. Creeme, eres luz. Luz que brilla, y hace que despierte, luz que me alumbra, esa luz que yo necesito.
Hace que sonría, que sueñe, que viva. Y otra vez igual, de verdad, ahora otra vez igual. No entiendo nada de lo que escribo,
intento entender, pero no sé, ya no sé entender. Imposibles, cosas imposibles, ¿verdad? ¿Es qué solo puedo sentirlo yo? Es difícil.
Demasiado para mí. Porque ahora pienso, y es cierto, las caricias mandan, o quizá no, mejor matan, eso es, las caricias matan.
Pero no me sueltes, no me dejes nunca, no dejes de abrazarme como solo lo sabes hacer tú, no dejes que el mundo me coma, no dejes que se apodere de mí.
Protéjeme. Protéjeme en tus brazos, deja resguardarme. Sinceridad es lo que quieres. Pues entonces mierda. Todo mierda.
Y ahora te toca a tí, hazme un favor; sonríe y nunca dejes de abrazar. Nunca dejes de abrazarme.
…cuando sabes, perfectamente, que eres oscuridad.
No debo fingir.
Mois