Compañeros (instante compartido)
Hay personas que, sin ocupar uno de los lugares más próximos a nuestro corazón, dejan huella. Es el caso de una compañera mía de clase.
No coincidimos mucho porque llevamos ritmos diferentes, no solemos quedar para salir de fiesta, ni hablamos mucho de nuestra vida… pero es una persona especial para mí. Cuando nos cruzamos nos dedicamos una sonrisa, un pequeño gesto, algún guiño… y durante un instante nos comunicamos profundamente. Luego seguimos nuestro camino, cada uno por su lado, pero algo ha cambiado, por pequeño que sea.
Yo suelo tocar su hombro o su brazo para que me vea mandarle un guiño, y ella suele contestarme arrugando su nariz tiernamente. Un suspiro… que es capaz de cambiar el día. Me encanta.
Ya tengo ganas de volver a verla para que, una vez más, me arruge la nariz.
Mois